Hemos visto en clase que el elemento carbono se puede encontrar en forma de diamante, grafito, grafeno, fullereno o nanotubo. Todas ellas son diferentes formas alotrópicas del carbono, es decir, las diferentes estructuras en las que se pueden organizar los átomos de un elemento en unas condiciones muy concretas. Por ejemplo, la forma que tienen de organizarse los átomos de carbono de forma natural en las condiciones de presión y temperatura normales es la estructura tipo grafito, mientras que a altas temperaturas y presiones los átomos se organizan en la estructura tipo diamante. Sin embargo, en los diamantes que encontramos en las joyerías a los átomos de carbono les cuesta muchísimo abandonar la estructura que tienen para convertirse en grafito. Sin embargo, existen otros casos en los que esta transición entre dos formas alotrópicas ocurren de una manera más sencilla. Tal es el caso del estaño, cuyos átomos se pueden encontrar con dos estructuras diferentes en función de la temperatura: el estaño blanco (por encima de los 13ºC) y el estaño gris (por debajo de los 13ºC). Pueden verse las diferentes estructuras en la siguiente imagen
Lo interesante es observar que en la estructura del estaño gris los átomos ocupan un volumen mayor que en el estaño blanco. En el siguiente vídeo se puede comprobar cómo un trozo de estaño blanco al estar a una temperatura de -40ºC cambia completamente su apariencia tras 22 horas (el vídeo está hecho a cámara rápida).
Este vídeo es un ejemplo magnífico de la frase que tantas veces se ha repetido en clase: diferente estructura, diferentes propiedades. Este proceso que acabamos de ver se llama "peste del estaño", ya que en zonas en donde el clima es muy frío se observó que piezas metálicas hechas de estaño se iban poco a poco deteriorando por la aparición del estaño gris, que es mucho menos resistente que el estaño blanco. Este fenómeno se ha observado, por ejemplo, en los tubos de los organos de las iglesias del Norte y del Este de Europa. Además, la leyenda cuenta que cuando Napoleón invadió Rusia en 1812, los botones de los uniformes de sus soldados estaban hechos con estaño. Cuando llegó el crudo invierno ruso parece que los botones empezaron a deshacerse por la peste del estaño, de modo que los soldados no podían abrocharse bien su uniforme y ello contribuyó a que muchos murieran de frío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario